Santa Isabel, reina de Portugal, admirable por su desvelo en conseguir que hiciesen las paces reyes enfrentados y por su caridad en favor de los pobres. Muerto su esposo, el rey Dionisio, abrazó la vida religiosa en el monasterio de monjas de la Tercera Orden de Santa Clara de Estremoz, en Portugal, que ella misma había fundado, y en este mismo monasterio murió, cuando se ocupaba en conseguir la reconciliación de un hijo y un nieto suyos enfrentados († 1336).
Otros santos del día:
• En África, san Jocundiano, mártir.
• En Vatan, en la región de Bourges, en Aquitania, actualmente en Francia, san Lauriano, mártir
(† s. III/IV).
• En Cahors, también en Aquitania, san Florencio, obispo, alabado por san Paulino de Nola como hombre humilde de corazón, fuerte en la gracia y dulce en la palabra († s. V).
• En Langres, en Aquitania también, san Valentín, presbítero y eremita († hacia el s. V).
• En Blangy, en la región de la Galia Atrebatense, también en la actual Francia, santa Berta, abadesa, la cual, habiendo ingresado junto con sus hijas Gertrudis y Deotila en el monasterio que ella misma había fundado, pasados unos años se encerró en una celda, donde vivió en completa clausura († hacia el año 725).
• En Erissos, en la isla de Lesbos, en Grecia, tránsito de san Andrés de Creta, obispo de Gortinia, que cantó a Dios con admirable arte mediante oraciones, himnos y cánticos, y exaltó a la Madre de Dios, la Virgen Inmaculada y Asunta a los Cielos († 740).
• En Augsburgo, ciudad de Baviera, en la actual Alemania, san Uldarico, obispo, ilustre por su admirable abstinencia, su generosidad y sus vigilias, falleciendo nonagenario después de haber sido obispo durante cincuenta años († 973).
• En el monasterio de Hautecombe, junto al lago Burget, en Saboya, actualmente en Francia, sepultura del beato Bonifacio, obispo, de linaje regio, que, después de haber ingresado en la cartuja, fue elegido para la sede de Belley y finalmente elevado a la sede de Cantuaria, manifestando siempre gran desvelo por su rebaño († 1270).
• En Florencia, ciudad de la Toscana, región de Italia, beato Juan de Vespignano († s. XIII/ XIV).
• En Dorchester, en Inglaterra, beatos mártires Juan, presbítero, apellidado Cornelio y admitido en la Compañía de Jesús hacía poco tiempo, y los seglares que con él colaboraban, Tomás Borgrave, Juan Carey y Patricio Salmon, todos los cuales, en tiempo de la reina Isabel I, glorificaron juntos a Cristo con el martirio († 1594).
• En York, también en Inglaterra, beatos mártires Guillermo Andleby, presbítero, y Enrique Abbot, Tomás Warcop y Eduardo Fulthorp, seglares, que durante la misma persecución fueron condenados a la pena capital por su fidelidad a la Iglesia y, pasando por crueles suplicios, volaron al Cielo, donde recibieron el premio eterno († 1597).
• En Japón, beato Pedro Kibe Kasui, presbítero de la Compañía de Jesús, y ciento ochenta y siete compañeros mártires († 1603-1639).
• En la región de los hurones, en Canadá, san Antonio Daniel, presbítero de la Compañía de Jesús y mártir, que después de haber celebrado la misa y estando a la puerta de la iglesia protegiendo a sus neófitos ante el ataque de unos paganos, fue herido con flechas y después quemado. Su memoria y la de sus compañeros mártires se celebra el 11 de octubre († 1648).
• En Mauriac, junto al monte Cantal, en Francia, beata Catalina Jarrige, virgen, de la Tercera Orden de Santo Domingo, célebre por su entrega a los pobres y a los enfermos, que defendió durante la Revolución Francesa a los sacerdotes perseguidos, ayudándoles y visitándoles en la cárcel († 1836).
• En la ciudad de Wan-sha-wa, en la provincia de Hunam, en China, san Cesidio Giacomantonio, presbítero de la Orden de los Menores y mártir, que en la persecución llevada a cabo por los seguidores del movimiento Yihetuan, cuando intentaba proteger de las turbas el Santísimo Sacramento, fue apedreado y, envuelto con un lienzo empapado en petróleo, quemado vivo († 1900).
• En Turín, ciudad de Italia, beato Pedro Jorge Frassati, joven militante en varias asociaciones de seglares católicos y gran deportista, que se entregó alegremente y con todas sus fuerzas a las obras de caridad en favor de pobres y enfermos, hasta que, atacado por una parálisis fulminante, descansó en el Señor († 1925).
• En el campo de exterminio de Oswiecim o Auschwitz, cerca de Cracovia, en Polonia, beato José Kowalski, mártir, que, en tiempo de guerra, fue encarcelado por Cristo y, después de terribles tormentos, consumó el martirio en la cárcel († 1942).
• En Santa Marinella, cerca de Roma, beata María Crucificada (Rosa) Curcio, virgen, fundadora de la Congregación de las Carmelitas Misioneras de Santa Teresa del Niño Jesús († 1957).
(Del Martirologio Romano)