
Lucas 6, 17. 20-26
En aquel tiempo, bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano con un grupo grande de discípulos y de pueblo,

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La razón de nuestro existir está suficientemente clara: Dios nos quiere para sí y para que, por Él, nos demos a los demás. Para eso

En el reino de los persas, san Maruta, obispo, que, al establecerse la paz de la Iglesia, presidió el concilio de Seleucia, reparó las iglesias