
La imagen de la Virgen de la Victoria ha querido dejar la seguridad de su Santuario y bajar hasta los barrios de nuestra ciudad. Como patrona, quiere acercarse hasta el corazón de sus hijos. Las calles de la Trinidad, el Perchel, la Malagueta, el centro histórico verán peregrinar la sagrada imagen, para confundirse con el día a día de sus habitantes.
Desde la parroquia d San Pablo, en el barrio de la Trinidad, el pasado 25 de enero, peregrinó a la Iglesia del Carmen en el corazón del Perchel. Al pasar por nuestra parroquia de San Pedro, se detuvo y fue acogida en las capillas de la Expiración, con el templo parroquial repleto de fieles y la plazuela de San Pedro rebosante de devotos.
Una sencilla oración dio la bienvenida y las gracias a tan ilustre visita:
«Permítenos, Madre, que te saludemos con las mismas palabras con las que tú prima Isabel te recibió en su casa, aquella mañana de la Visitación:
– ¿Quién soy yo para que me visite la Madre de mi Señor?
Queremos oír de nuevo tu respuesta a aquel saludo, que ha quedado prendida en nuestros corazones como una oración entrañable:
«Proclama mi alma la grandeza del Señor,
y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;
porque ha mirado la humildad de su esclava.
Desde ahora me felicitaran todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:
su nombre es Santo,
y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.»
Gracias, Madre nuestra, por detener tu peregrinación por los barrios de Málaga y visitarnos también a nosotros, en las entrañas del barrio del Perchel.
En estas capillas que custodian un momento capital de la historia de tu Hijo, su Expiración, y donde tú te revistes de llanto, como Señora de los Dolores, te contemplamos ahora como Virgen de la Victoria. Tu victoria, Señora, es la fuente de nuestra esperanza: ayúdanos a peregrinar contigo, en este Año Jubilar, para ponernos junto a tu Hijo.
Madre querida, Santa María de la Victoria: En el corazón de los parroquianos de San Pedro y de los archicofrades de la Expiración, tienes casa y cobijo. Bajo tu amparo nos acogemos, oh Virgen gloriosa y bendita».
De bien educados es responde a una visita, devolviéndola. Nuestra parroquia peregrinó el día 29 de enero hasta la Iglesia del Carmen y, postrados a los pies del sagrada imagen, los niños y niñas de la catequesis hicieron una ofrenda y celebramos la Eucaristía bajo la mirada atenta de María, recordando la Última Cena, la primera Eucaristía en la noche del Cenáculo. Fue una experiencia muy gratificante para todos. Y un nuevo impulso para nuestra fe y aliento para nuestra esperanza.
Ver en este Año Jubilar a la Virgen de la Victoria como una sencilla peregrina, nos invita a hacer nosotros también la peregrinación interior que nos lleve hasta ella y pedirle con sencillez: ¡Madre, ponme junto a tu Hijo!
Os invito a visitar a la sagrada imagen de la Virgen de la Victoria, mientras permanece más cerca de nosotros, bien en la iglesia de los Mártires o en la misma catedral. En mayo, organizaremos una peregrinación hasta su Santuario. Serán entonces los hijos los que visiten a la Madre.
Alfonso Crespo Hidalgo,
Párroco de San Pedro