Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico? Veo a mi Cristo humillado y despreciado, ¿y seguiré deseando que me rindan honores? – San Cayetano de Thiene
Estamos acostumbrados a correr detrás de las riquezas terrenales como si fueran los ídolos a los que hay que adorar. Huimos de que nos humillen