Podemos hacer grandes cosas. Podemos llegar a metas elevadas. Podemos alcanzar altas cotas de sabiduría. Podemos despertar admiración y envidia entre los que nos rodean… Pero siempre debemos apartar de nosotros el orgullo, porque esto lo estropea todo. No nos sintamos nunca engreídos, alabándonos a nosotros mismos. No nos consideremos los mejores, ni los que más sabemos… Seamos personas sencillas, humildes. Que lo que hagamos y sea bueno, no nos haga sentirnos superiores, sino los más sencillos.

Si deseamos ser perfectos, meta a la que debemos aspirar como creyentes, porque es lo que se nos pide, debemos convencernos de que nunca encontraremos