«Dios, también juega al fútbol» es el título de la última creación de nuestro párroco Alfonso Crespo Hidalgo. Esta breve obra, a modo de parábola, recurre al fútbol para reflexionar sobre la realidad social a la vez que realiza una llamada al lector a descubrir a Dios en su día a día a través del testimonio de las grandes figuras bíblicas representadas en dos equipos de «galácticos», uno masculino y otro femenino.
El libro consta de 45 páginas y se puede adquirir en papel en la Librería Diocesana, descargar gratuitamente pinchando en este enlace o leerlo/descargarlo al final de la página.
En su introducción, el autor afirma que «podemos imaginar que la vida es un partido de futbol que todos debemos jugar: todos tenemos que dar patadas al tiempo para alargar la jugada y alcanzar la felicidad de un gol en la meta contraria y sobre todo evitar un gol en propia puerta. Pero si queremos apelar al Evangelio, tenemos que buscar un imposible: en el partido de la vida, en el que todos jugamos, es necesario que no gane solo uno, incluso que no pierda nadie. Difícil tarea… Habría que cambiar hasta el Reglamento. Y así, entre ensoñaciones e ilusiones, decidí intentar involucrar a Dios en el futbol. Quizás la presencia de Dios en este deporte podría ocasionar una reacción en cadena: que la gente pasará del campo de futbol al templo, con la misma normalidad que mis feligreses han pasado de la Misa a la final del Mundial de futbol. Una peregrinación, desde el Evangelio: una conversión, que, si somos realistas, estimamos casi imposible pero que quizás él, porque es Todopoderoso, pueda conseguirlo».
La obra comienza con un paseo dominical de Dios Padre por la tierra para contemplar in situ cómo les iba a sus hijos. Descubre entonces que no están en las iglesias y que las calles aparecen casi desiertas. Investigando, descubre el fenómeno de masas del fútbol. En el Camp Nou, asiste a un clásico entre el Barça y el Real Madrid. Sorprendido por la reacción de la gente, decide recorrer otros estadios: en San Mamés, al derbi vasco Bilbao-San Sebastián; y, en el Sánchez Pizjuán, a un Sevilla-Betis. La experiencia le lleva a idear un plan, junto a su Hijo y al Espíritu Santo para recordar a los hombres que su mensaje de amor para lo que recurre a un acuerdo con la FIFA para participar con un partido especial en el mundial de Qatar.
En la presentación de la obra, Crespo se pregunta: «Por qué no reflexionar, meditar, incluso hacer oración asistiendo a un partido de futbol. Atrévete. Te regalo una entrada. No, mejor, dos. Conviene vivir siempre las mejores experiencias en buena compañía. Aunque no seamos forofos. Por unas horas.¡Juguemos todos al futbol!»
Alfonso Crespo (1948), doctor en Teología Espiritual, es párroco de San Pedro, en Málaga capital, y capellán del Centro de Acogida para Menores «Ciudad de los niños». Es autor de numerosas publicaciones sobre espiritualidad y finalista del Premio Mundial de Poesía Mística ‘Fernando Rielo’.
Artículo escrito por Antonio Moreno Ruiz en diocesismalaga.es
Reseña del libro en Alfa&Omega
(Por José Calderero de Aldecoa)
Alfonso Crespo es capellán, en Málaga, de la Ciudad de los Niños, un centro de acogida de menores donde «el 90 % son niños inmigrantes que han venido en patera, fundamentalmente marroquíes o subsaharianos». El 10 % restante «son españoles que Protección de Menores ha entregado a la ciudad después de haber quitado la patria potestad a sus padres», explica el sacerdote en conversación con Alfa y Omega.
El futuro de todos estos pequeños, a priori, parece difícil, pero «basta con acercarse a ellos para descubrir el afán que tienen de buscarse una vida nueva». Y en ella, el fútbol es la utopía a la que casi todos aspiran. «Tienen la ilusión de triunfar aquíí. El 80 % quiere ser futbolista», reconoce Crespo. Pero, más que como profesión, en el centro de acogida utilizan el deporte rey como herramienta, para «que los niños desfoguen y se lo pasen bien», y también «para que aprendan valores como el compañerismo, el trabajo en equipo o la sana rivalidad». El sacerdote, por su parte, lo utiliza como parábola para reflexionar sobre el hecho religioso. Acaba de publicar el libro Dios también juega al fútbol, que se puede adquirir gratuitamente en la librería diocesana de Málaga o a través de la web de la diócesis malacitana. La obra parte de dos pancartas. La primera dice que «Messi es Dios» y, la segunda, que «Cristiano es eterno». En ambas «vemos cómo a veces los atributos divinos se dan a personas humanas, y esto me sirve para trazar un camino en el que poder descubrir los valores cristianos a partir de todo lo que rodea al mundo del fútbol».
El libro, que no es ajeno a la disputa del Mundial de Catar —forjado con «sudor y sangre» y que «ha sacado a la luz unos desequilibrios impresionantes», denuncia el sacerdote—, aspira a que los aficionados «puedan descubrir que hay otra pasión, que es la del encuentro con el Señor, quien además es el mejor entrenador». Junto al míster, Crespo nos presenta al equipo de galácticos: con Abraham bajo palos, Salomón en la defensa y san Pablo metiendo goles.