Ir al contenido
  • Inicio
  • Parroquia
    • Saludo Párroco
    • Plan Pastoral
    • El Templo
    • Historia
    • Fotos
    • Economía
  • Actividades
    • Fechas Importantes
    • Grupos Parroquiales
    • Formación adultos
    • Juventud
    • Catequesis Infancia
    • Escuela de padres
    • Caritas
    • Liturgia
    • Pastoral de la Salud
    • Experiencias
    • Espacio Joven
  • Sacramentos
    • Bautismo
    • Confirmación
    • Eucaristía
    • Penitencia
    • Unción de enfermos
    • Matrimonio
    • Sacerdocio
  • Evangelio
    • Homilía Domingo
    • Evangelio del día
    • Escuela de María
    • Santoral
    • Imagen del día
    • Oraciones
    • 3 minutos con Dios
  • Contacto
  • +
    • Enlaces
    • Varios
    • Descargas
    • Boletín Gratuito
  • Inicio
  • Parroquia
    • Saludo Párroco
    • Plan Pastoral
    • El Templo
    • Historia
    • Fotos
    • Economía
  • Actividades
    • Fechas Importantes
    • Grupos Parroquiales
    • Formación adultos
    • Juventud
    • Catequesis Infancia
    • Escuela de padres
    • Caritas
    • Liturgia
    • Pastoral de la Salud
    • Experiencias
    • Espacio Joven
  • Sacramentos
    • Bautismo
    • Confirmación
    • Eucaristía
    • Penitencia
    • Unción de enfermos
    • Matrimonio
    • Sacerdocio
  • Evangelio
    • Homilía Domingo
    • Evangelio del día
    • Escuela de María
    • Santoral
    • Imagen del día
    • Oraciones
    • 3 minutos con Dios
  • Contacto
  • +
    • Enlaces
    • Varios
    • Descargas
    • Boletín Gratuito

homilias

18 junio 2023

LA ENTRAÑABLE CERCANÍA DE DIOS

XI domingo del Tiempo Ordinario

TEXTOS: Ex 19,2-6a; Sal 99; Rom 5, 6-11; Mt 9,36-10,8

LA ENTRAÑABLE CERCANÍA DE DIOS

Nuestro mundo vive una fuerte contradicción: por un lado ha quitado las aduanas de las naciones, creando una Comunidad europea, donde podemos circular libremente de país a país, de pueblo a pueblo. Y por otro lado, se ha vuelto loco poniendo rejas y murallas en la propia casa, en cada patrimonio: ¡blindamos nuestra propiedad! Pero, a veces, lo realmente grave no es defender lo nuestro de los posibles «amigos de lo ajeno». El peligro está en que queriendo asegurar lo que tenemos, de camino bloqueemos nuestra vida y nos encerremos en nosotros mismos, poniendo barrotes en nuestro corazón, viviendo egoístamente.

Puede darse la paradoja que en una familia hayamos asegurado tan bien la vivienda, hayamos puesto sofisticadas alarmas para defendernos de los demás, sintiéndonos tan seguros, que de camino hayamos provocado que los que vivimos dentro hayamos cerrado también las puertas y ventanas del corazón y vivamos tan sólo unidos por el mismo techo, amparados en la misma seguridad, pero no compartiendo un proyecto familiar común. No nos falta de nada, tenemos los últimos adelantos en electrodomésticos, pero carecemos de casi todo lo que no puede comprarse: el diálogo entre esposos, el amor de padres a hijos, el cariño filial, el sacrificio que requiere la convivencia, la colaboración comunitaria en las cosas de la casa.

La Historia de la Salvación, la historia de las relaciones de Dios con el hombre, es una historia de ruptura de barreras y de derrumbe de muros. Dios ama más los puentes que las murallas: el hombre anda afanado en construir murallas defensivas, aunque sean las modernas murallas de seguridad electrónicas y Dios sigue empeñado en construir puentes de comunicación: es la historia de la alianza entre Dios y su pueblo, que describe la primera lectura, del libro del Éxodo: seréis mi propiedad personal, seréis para mí un reino de sacerdotes, una nación santa… «Quiero que seáis mi pueblo y yo seré para vosotros vuestro Dios». Es el sueño del Reino de Dios: una gran casa que no tiene barrotes ni muros y que está abierta a todos los hombres de buena voluntad.

La Historia de la Salvación es la historia del amor de Dios al hombre, una historia de cercanía. Incluso Dios rompe la barrera de lo divino y se hace hombre como nosotros, en su Hijo Jesús, para acercarse aún más. Como dice san Pablo a los romanos: cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo.

Para alcanzar este sueño del Reino: una casa común, donde viven todos sus hijos, el Maestro y Señor, compadecido del pueblo que anda como ovejas sin pastor, envía a sus discípulos, a los que señala por su nombre: Pedro, Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, a anunciar esta Buena Noticia.

Pero el Maestro sentencia: La mies es mucha y los trabajadores pocos… rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies… Y no se trata solo de pedir al Señor que crezcan las vocaciones al sacerdocio, que son escasas, sino también que cada bautizado renueve su vocación de discípulo misionero, enviado a predicar la Buena Noticia del Reino.  

Tu compromiso cristiano, tu colaboración en las tareas de la Iglesia, de tu parroquia de tu comunidad, puede paliar este déficit de trabajadores.

Alfonso Crespo Hidalgo

¿Te ha gustado? Comparte este artículo

Homilías anteriores

Loading...
Dios es familia

DIOS ES FAMILIA

SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
15 JUNIO 2025
¡Qué siga la fiesta!, parece decirnos, hoy, la liturgia. Después de las solemnidades pascuales: Resurrección Ascensión y Pentecostés, no podemos sentir nostalgia. San Juan Crisóstomo decía: «aunque pasen los cincuenta días de Pascua, la fiesta no pasa nunca. Toda asamblea es una fiesta porque en ella se hace presente el Señor». Cada domingo, se aviva el gozo de la fiesta. La Iglesia, nos presente hoy la solemnidad de la Santísima Trinidad. Ella es como un resumen de todo lo que...
Leer más
¡Dejaos llevar por el Espíritu!

¡VEN, DULCE HUÉSPED DEL ALMA!

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS
8 JUNIO 2025
La secuencia de Pentecostés es un canto de esperanza. Esta hermosa y antigua «poesía» dirigida al Espíritu Santo, incorporada a la liturgia al ser proclamada en la fiesta de Pentecostés, inunda nuestro corazón de una serena y secreta dulzura. En una de sus estrofas, se invoca así al Espíritu: Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos… También...
Leer más
¡Vosotros sois testigos!

¡Vosotros sois testigos!

FIESTA DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
1 JUNIO 2025
Mientras los bendecía, se separó de ellos, subiendo hasta el cielo. Así concluye el evangelio de Lucas, resaltando una nota final: los discípulos volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios. Celebramos el día de la Ascensión. Si la Pasión nos llenó de dolor y la Resurrección nos llenó de gozo, la Ascensión deja el alma con un sabor agridulce: entre la nostalgia de la presencia del Señor, que se oculta a la...
Leer más
¡No tiemble vuestro corazón!

¡NO TIEMBLE VUESTRO CORAZÓN!

DOMINGO VI DE PASCUA
25 MAYO 2025
El amor nunca impone su presencia. El mejor de los maestros no es quien exige sumisión y requiere de los discípulos una constante atención, que les haga dependientes. El maestro ejemplar, el mejor Maestro, es quien educa a sus discípulos para la «mayoría de edad» y los prepara para afrontar con fortaleza de corazón su lógica ausencia. El amor nunca se exige, se ofrece en libertad; y la experiencia de ser amado nos hace más libres. Jesús, el buen Maestro,...
Leer más
1 2 … 5

Parroquia de San Pedro Apóstol (Málaga)

  • Avda. de la Aurora, 8 - 29002 Málaga
  • 952 32 49 16
  • Contacto

Recibe gratis nuestro boletín mensual

De acuerdo con lo establecido por la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD), le informamos que los datos aportados no serán incorporados a ninguna base de datos y que sólo serán usados para contactar y responder a las preguntas que se hagan a través de este medio.

Diseño: parroquiaweb.es