La fuerza interior, si está dirigida desde el Señor, nos lleva a construir, paso a paso, pero sin desmayo. Lo importante es comenzar y perseverar. Nada resultará imposible, aunque al principio, cuando iniciamos el camino, lo veamos inalcanzable. Si confiamos en quien todo lo puede, las dificultades que encontremos en el camino serán siempre superadas.
Los servidores de Cristo, no solamente los que están encargados de los ministerios apostólicos, sino todos los bautizados, estamos obligados a comportarnos correctamente. Porque la