La costumbre de dejar pasar las pequeñas imperfecciones, las cosas que, aparentemente no tienen importancia, nos lleva, sin que nos demos cuenta, a ver como pequeño el gran defecto y asumirlo como algo normal. Solamente si nos esforzamos en eliminar las faltas pequeñas estaremos poniendo barreras a las grandes.
Somos tentados a hacer lo que nos gusta y huimos de aquello que conlleva sacrificio. Preferimos la comodidad al esfuerzo y lo placentero a lo