Hacer el bien es saludable, pero no lo es tanto si lo hacemos para que nos vean, lo reconozcan y nos estimen o nos alaben. La recompensa cristiana está en que no sepa nuestra mano derecha lo que de bueno hace la izquierda. Que cuando hagamos el bien a los demás, ni siquiera ellos se enteren de nuestras buenas obras, para que no nos las atribuyan a nosotros.
![Quien huye de la oración huye de todo lo bueno – San Juan de la Cruz Quien huye de la oración huye de todo lo bueno – San Juan de la Cruz](https://c1.staticflickr.com/5/4845/39696482023_55671fdb33_b.jpg)
Vivimos en una sociedad agitada por los ruidos externos a la persona, las envidias, cuando no el odio, de unos hacia otros, el materialismo destructor