Ir al contenido
  • Inicio
  • Parroquia
    • Saludo Párroco
    • Plan Pastoral
    • El Templo
    • Historia
    • Fotos
    • Economía
  • Actividades
    • Fechas Importantes
    • Grupos Parroquiales
    • Formación adultos
    • Juventud
    • Catequesis Infancia
    • Escuela de padres
    • Caritas
    • Liturgia
    • Pastoral de la Salud
    • Experiencias
    • Espacio Joven
  • Sacramentos
    • Bautismo
    • Confirmación
    • Eucaristía
    • Penitencia
    • Unción de enfermos
    • Matrimonio
    • Sacerdocio
  • Evangelio
    • Homilía Domingo
    • Evangelio del día
    • Escuela de María
    • Santoral
    • Imagen del día
    • Oraciones
    • 3 minutos con Dios
  • Contacto
  • +
    • Enlaces
    • Varios
    • Descargas
    • Boletín Gratuito
  • Inicio
  • Parroquia
    • Saludo Párroco
    • Plan Pastoral
    • El Templo
    • Historia
    • Fotos
    • Economía
  • Actividades
    • Fechas Importantes
    • Grupos Parroquiales
    • Formación adultos
    • Juventud
    • Catequesis Infancia
    • Escuela de padres
    • Caritas
    • Liturgia
    • Pastoral de la Salud
    • Experiencias
    • Espacio Joven
  • Sacramentos
    • Bautismo
    • Confirmación
    • Eucaristía
    • Penitencia
    • Unción de enfermos
    • Matrimonio
    • Sacerdocio
  • Evangelio
    • Homilía Domingo
    • Evangelio del día
    • Escuela de María
    • Santoral
    • Imagen del día
    • Oraciones
    • 3 minutos con Dios
  • Contacto
  • +
    • Enlaces
    • Varios
    • Descargas
    • Boletín Gratuito

homilias

4 de febrero de 2024

El difícil manejo del tiempo

V del TIEMPO ORDINARIO

TEXTOS: Jb 7,1-4.6-7; Sal 146; 1Cor 9,16-19.22-23; Mc 1,29-39

Una popularidad que desborda

Jesús es «El Gran Evangelizador». Su tarea fundamental, el motivo de su estancia entre nosotros es predicarnos la Buena Noticia: decir a la intimidad de cada corazón, y proclamar desde las azoteas, que Dios nos quiere salvar. Su tarea es su vida y se afana en cumplirla hasta el agotamiento. El cansancio es algo con lo que tiene que contar quien se esfuerza por cumplir su tarea diaria con responsabilidad. Incluso, a veces, las fuerzas se desgastan y el agobio se apodera de nosotros. «¡No tengo tiempo!»: es la queja común, la excusa más frecuente. El tiempo se nos escurre en las manos porque como nos dice el libro de Job: mis días corren más que la lanzadera… ¡la vida es un soplo! Y ansiamos el milagro de detener el tiempo y manejarlo a nuestro antojo.

En el señorío sobre el tiempo radica la fuerza extraordinaria de la labor misionera de Jesús: sabe romper la rutina, detener el trabajo desbordante y descubrir la fuente secreta de dónde mana la energía. Lo relata el evangelio de hoy: se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar; aunque como expresa el evangelio, todo el mundo le buscaba. No en vano, era el primero en popularidad. Pero él no se recrea, gastando el tiempo en lo efímero de la fama, sino que se centra en su misión e invita a los discípulos a rentabilizar el tiempo en favor del evangelio: Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí, que para eso he venido.

Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, vivió también el estrés, el agobio y el cansancio; por ello, necesitó del sosiego de la casa de su amigo Lázaro en Betania, del agua y del diálogo con la samaritana en el brocal del pozo, de la tertulia íntima en el monte con sus discípulos y de la serenidad silenciosa de la noche en oración. Ya Jesús descubrió y nos enseñó la alegría de gustar de la naturaleza, escuchando el silencio de sus entrañas. Es una lección del mejor ecologismo.

En el mundo que vivimos, hay que aceptar con paciencia que el cansancio y el estrés son «compañeros inevitables del camino». Nuestro tiempo se convierte en nuestro mayor tesoro. Y, si dónde está nuestro tesoro, allí está nuestro corazón, podemos evaluar nuestra vida examinando a qué o quién dedicamos nuestro tiempo: entregamos nuestro tiempo a las personas que amamos y nos afanamos en la tarea que nos ilusiona. Pablo gritará: ¡ay de mí si no anuncio el evangelio! Dios cuenta para mí si le dedico tiempo, en oración serena y confiada. Si para Dios me falta tiempo, en el fondo me falta amor. Santa Teresa de Jesús definía la oración: «tratar de amistad, estando a solas con quien sabemos que nos ama». Y es necesario saber manejar el tiempo: detenerlo, gustarle y compartirlo con el amigo.

+ Leyendo el Catecismo (n. 2559): «Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto en medio de la aprueba como en la alegría (Santa Teresa del Niño Jesús). La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes… La humildad es la base de la oración».

Tuit de la semana: Damos el tesoro de nuestro tiempo a las personas que amamos. Entre mis múltiples tareas, ¿busco sacar tiempo para Dios, deleitándome en la oración?

Alfonso Crespo Hidalgo

¿Te ha gustado? Comparte este artículo

Homilías anteriores

Loading...
¡No tiemble vuestro corazón!

¡NO TIEMBLE VUESTRO CORAZÓN!

DOMINGO VI DE PASCUA
25 MAYO 2025
El amor nunca impone su presencia. El mejor de los maestros no es quien exige sumisión y requiere de los discípulos una constante atención, que les haga dependientes. El maestro ejemplar, el mejor Maestro, es quien educa a sus discípulos para la «mayoría de edad» y los prepara para afrontar con fortaleza de corazón su lógica ausencia. El amor nunca se exige, se ofrece en libertad; y la experiencia de ser amado nos hace más libres. Jesús, el buen Maestro,...
Leer más
Un mandamiento de siempre

UN MANDAMIENTO «DE SIEMPRE»

DOMINGO V DE PASCUA
18 de mayo de 2025
«Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros». Con estas palabras, Jesús comienza a despedirse de sus discípulos y amigos, de sus colaboradores más íntimos. Pero, aún le queda tiempo para resumir su estancia histórica en medio de su pueblo con una síntesis de todo su mensaje: Os doy un Mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. Es el mandamiento «nuevo», convertido hoy en el mandamiento «de siempre». Porque no hay mandamiento que...
Leer más
Una voz cálida, que da seguridad

Una voz cálida, que da seguridad

DOMINGO IV DE PASCUA
11 MAYO 2025
Hoy es el domingo del Buen Pastor. Este cuarto domingo de Pascua tiene personalidad propia. En los tres ciclos litúrgicos, se evocan las palabras del Evangelio de Juan acerca de Jesús como Buen Pastor. El Maestro arranca de la vida del pueblo judío, un pueblo agrícola y ganadero, una de sus imágenes más reales y poéticas: la imagen de un pastor al frente de sus ovejas. Y describe las actitudes del pastor, desarrollando una de las parábolas más bellas del...
Leer más
Una declaración de amor

UNA DECLARACIÓN DE AMOR

DOMINGO III DE PASCUA
4 MAYO 2025
Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te quiero. Con esta tercera afirmación de amor por parte de Pedro a la triple pregunta del Maestro, Simón, hijo de Juan, ¿me amas? concluye una de las escenas más emblemáticas del Evangelio de Juan. El Maestro y Señor se aparece otra vez a sus discípulos, junto al lago de las confidencias.  Ellos vienen de una pesca inútil: han pasado la noche bregando y no han cogido nada. Y ahora, al llegar...
Leer más
1 2 … 5

Parroquia de San Pedro Apóstol (Málaga)

  • Avda. de la Aurora, 8 - 29002 Málaga
  • 952 32 49 16
  • Contacto

Recibe gratis nuestro boletín mensual

De acuerdo con lo establecido por la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD), le informamos que los datos aportados no serán incorporados a ninguna base de datos y que sólo serán usados para contactar y responder a las preguntas que se hagan a través de este medio.

Diseño: parroquiaweb.es