El papa Francisco anunció, en el Consistorio público celebrado el 19 de julio actual, que el próximo día 14 de octubre serán proclamados seis nuevos santos de la Iglesia Católica. Son los siguientes:
Nunzio Sulprizio. Joven obrero que, después de haber quedado huérfano, con una pierna infectada por la caries y el cuerpo exhausto, soportó sus sufrimientos con ánimo sereno y alegre. Vivió cristianamente y fue ejemplo de caridad y entrega. Dispuesto siempre a ayudar a todos, y pobre entre los pobres, consoló en gran manera a los demás enfermos y alivió sus miserias. Nació en 1817 en Pescosansonesco, cerca de Pescara, en Italia, y murió en el hospital, en Nápoles en 1831.
Juan Bautista Montini, Papa Pablo VI. Fue el papa número 262 de la Iglesia Católica y continuó con el Concilio Vaticano II, que había convocado su antecesor Juan XXIII. El anuncio universal del Evangelio, el trabajo en favor de la unidad de los cristianos y del diálogo con los no creyentes, la paz y solidaridad en el orden social, merecerían su especial preocupación pastoral. Nació en Concesio, en Lombardía, Italia, en 1897 y murió en Castelgandolfo en 1978.
Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, mártir. En el transcurso de su ministerio arzobispal, se convirtió en un implacable protector de la dignidad de los seres humanos, sobre todo de los más desposeídos; esto lo llevaba a emprender una actitud de denuncia contra la violencia, y sobre todo a enfrentar cara a cara a los regímenes del mal. Nació en 1917 en Ciudad Barrios (El Salvador) y murió asesinado en San Salvador en 1980, mientras celebraba la Eucaristía en la capilla de un hospital.
Francesco Spinelli, sacerdote diocesano. Siempre, y sobre todo en los momentos tempestuosos de su existencia, se inspiró en el misterio de Belén y del Gólgota; por eso enseñó que Belén y el Calvario son la primera y la última nota, la primera y la última página de ese poema inmenso, divino e inefable de amor y sacrificio que es toda la vida de Jesucristo. Fundó el Instituto de las Religiosas Adoratrices del Santísimo Sacramento. Nació en Milán (Italia) en 1853 y murió en Rivolta d’Adda, Italia en 1913.
Vincenzo Romano, sacerdote diocesano. Durante más de 30 años fue párroco de la parroquia de Santa Cruz, cuyo templo reconstruyó de los escombros después de la desastrosa erupción del Vesubio en 1794. Como buen pastor, guió la comunidad que se le confió confirmándola en la fe y vivificándola con la caridad. Cuidó de los pobres y los enfermos y, se interesó activamente por la realidad social de su tiempo, sobre todo a las necesidades de la gente del mar. Nació en Torre del Greco (Nápoles) en 1751 y murió en el mismo lugar en 1831.
María Caterina Kasper, virgen, fundadora del Instituto de las Pobres Esclavas de Jesucristo. Mujer humilde, desprovista de los medios que ofrece el progreso técnico, sin cultura y sin dinero, logró dar vida a una gran obra de cultura y de promoción social y servicio generoso a los más pobres y abandonados. Nació en 1820 en Dernbach, Alemania. Murió en 1898.
Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús (Nazaria Ignacia March Mesa), virgen, fundadora de la Congregación de las Religiosas Misioneras Cruzadas de la Iglesia. Nacida en España, se vio obligada a emigrar con su familia a México. Llena de celo misionero, consagró su vida a la evangelización de los pobres y necesitados en varias naciones de América Latina, principalmente en Bolivia. Nació en 1889 en Madrid (España) y murió en Buenos Aires (Argentina) en 1943.