San Pedro González nació en 1190. Hijo de una familia noble castellana, fue educado por su tío Arderico, obispo de Palencia, que le nombró canónigo de la catedral. Entró lleno de vanidad en la ciudad, para tomar posesión de su canonjía, en un soberbio caballo que resbaló y derribó al jinete, provocando las risas de las gentes. El hecho hizo recapacitar a Pedro, que renunció al nombramiento e ingresó en los dominicos. Fue enviado a predicar por sus superiores y el rey Fernando III le nombró su capellán, emprendiendo la tarea de reformar en lo moral la corte del monarca. Asistió al ejército en el sitio de Córdoba y trabajó cuanto pudo para que los soldados no cometieran excesos con los vencidos. Pidió permiso para abandonar la corte y se dedicó a evangelizar diversas zonas del país, especialmente las costas gallegas. Visitaba a los marineros y a los pescadores en sus barcos y las multitudes acudían a escuchar sus predicaciones. Se retiró, en la última etapa de su vida, a la ciudad de Tuy, en Pontevedra, donde murió el domingo de Pascua de 1245. Su culto fue confirmado en 1741 por Benedicto XIV. Es patrono de las gentes del mar y protector contra las tormentas y terremotos.
Otros santos del día:
• En Roma, en el cementerio de Pretextato, en la vía Apia, santos Tiburcio, Valeriano y Máximo, mártires.
• En Antioquía, en Siria, hoy Antakya, en Turquía, santas mártires Bernice y Prosdoca, vírgenes, junto con su madre Domnina, que, en tiempo de persecución, para evitar a los que querían atentar contra su pureza, buscando remedio en la fuga, hallaron finalmente el martirio al ser arrojadas a un río († s. IV).
• En el desierto de Nitria, en Egipto, san Frontón, abad, que, junto con setenta compañeros, se retiró al desierto († hacia el s. IV).
• En Elphin, en Irlanda, san Asaco, obispo, considerado como discípulo de san Patricio y primer obispo de esta Iglesia († s. V).
• En Alejandría, en Egipto, santa Tomáide, mártir († 476).
• En Lyon, en Francia, san Lamberto, obispo, que antes había sido monje y abad del monasterio de Fontanelle († hacia el año 688).
• En Montemarano, de la Campania, región de Italia, san Juan, obispo, que se dedicó a ayudar a los pobres y a la santificación del clero († s. XI/XII).
• En el monasterio de Tiron, junto a Chartres, en Francia, san Bernardo, abad, que llevó vida eremítica en bosques y en la isla Chausey, siendo maestro insigne de los discípulos que acudían a él en gran número, a los que encaminaba hacia la perfección evangélica († 1117).
• En Aviñón, en la Provenza, en Francia, san Benito, que, siendo adolescente, ejercía de pastor, hasta que se trasladó a esta ciudad y se dedicó, con la ayuda del preboste, a construir un puente sobre el Ródano, muy útil para los ciudadanos († 1184).
• En Schiedam, en Gueldres, hoy en Holanda, santa Lidvina o Liduina, virgen, que, por la conversión de los pecadores y la liberación de las almas, soportó durante toda la vida enfermedades del cuerpo, confiada sólo en Dios († 1433).
• En el pueblo Cuevas de Vinromá, cerca de Castellón, en España, beata Isabel Calduch Rovira, virgen de la Orden de Clarisas Capuchinas y mártir, que en tiempo de persecución contra la fe murió por Cristo († 1936).
(Del Martirologio Romano)