Santa Francisca Romana, nacida en Roma en 1384, en una familia muy rica y creyente, que terminó siendo perdiéndolo todo por causa de la guerra. Creció en medio de todas las comodidades, pero fue bien instruida en la religión. Desde pequeña, quería ser religiosa, pero contrajo matrimonio, presionada por sus padres. Fue una excelente esposa y madre de familia. Como su vocación era ser religiosa y no podía, con permiso de su marido y juntamente con una cuñada suya que sentía sus mismas inclinaciones, se dedicó, además de cuidar de la casa y la familia de forma admirable, a la oración, a visitar hospitales, a instruir a la gente ignorante y a socorrer a los pobres. Fue humilde, piadosa, paciente y muy sacrificada. En tiempos de pestilencias, ella misma llevaba a los enfermos al hospital, los atendía y los lavaba. Fundó una congregación de religiosas seglares para atender a los más necesitados, las “Oblatas de María”, bajo la regla de san Benito. Ella entró como miembro de esta comunidad cuando quedó viuda, tras 30 años de matrimonio. Murió el 9 de marzo del año 1440 en olor de santidad. Paulo V la elevó a los altares en 1608.
Otros santos del día:
• En Sebaste, en Armenia, hoy Sivas, en Turquía, pasión de los santos cuarenta soldados de Capadocia, que, en tiempo del emperador Licinio, se mostraron compañeros no por razón de sangre, sino por la fe común y la obediencia a la voluntad del Padre celestial. Tras cárceles y crueles tormentos, como pernoctar desnudos al aire libre sobre un estanque helado en el tiempo más frío del invierno, consumaron el martirio con el quebrantamiento de sus piernas († 320).
• En Barcelona, en la Hispania Tarraconense, san Paciano, obispo, que, exponiendo su fe, manifestaba que “cristiano” era su nombre y “católico” su apellido († hacia el año 390).
• En el lugar de Rapolla, en la Lucania, actualmente Basilicata, región de Italia, san Vital de Castronovo, monje († 993).
• En Moravia oriental, hoy Alemania, san Bruno, obispo de Querfurt y mártir, el cual, cuando acompañaba a Italia al emperador Otón III, movido por la autoridad de san Romualdo abrazó la disciplina monástica, recibiendo el nombre de Bonifacio. Vuelto a Alemania y creado obispo por el papa Juan X, durante una expedición apostólica fue despedazado, junto con dieciocho compañeros, por unos idólatras († 1009).
• En Bolonia, en la provincia de la Emilia-Romaña, región de Italia, santa Catalina, virgen de la Orden de Santa Clara, la cual, notable por sus dotes naturales, fue más ilustre por sus virtudes místicas y por la vida de penitencia y humildad, siendo guía de vírgenes consagradas († 1463).
• En Mondonio, en el Piamonte, región de Italia, santo Domingo Savio, que, dulce y jovial desde la infancia, todavía adolescente consumó con paso ligero el camino de la perfección cristiana († 1857).
• En la aldea de Nei-Co-Ri, en Corea, santos Pedro Ch’oe Hyong y Juan Bautista Chon Chang-un, mártires, los cuales, siendo padres de familia, se distinguieron por administrar el bautismo y publicar libros cristianos, razón por la que fueron entregados al suplicio, manteniéndose tan constantes en la fe que causaron la admiración de sus perseguidores († 1866).
(Del Martirologio Romano)