San Fabián, papa y mártir, que, siendo simple laico, fue llamado al pontificado por indicación divina y, después de dar ejemplo de fe y virtud, sufrió el martirio en la persecución bajo el emperador Decio. San Cipriano, al hacer el elogio de su combate, afirma que dejó el testimonio de haber regido la Iglesia de modo irreprochable e ilustre. Su cuerpo fue sepultado en este día en el cementerio de Calixto, en la vía Apia de Roma (250).
San Sebastián, mártir, oriundo de Milán, que, como narra san Ambrosio, se dirigió a Roma en tiempo de crueles persecuciones, sufriendo allí el martirio. En la ciudad a la que había llegado como huésped, obtuvo el domicilio de la eterna inmortalidad. Fue enterrado en este día en las catacumbas de Roma (s. III o IV)
Otros santos del día:
• En la ciudad de Antinoe, en la Tebaida (hoy Egipto), san Ascla, mártir, que no temió las amenazas del juez, dado que le causaba mucho más temor renegar de Cristo, y después de variados tormentos, fue arrojado al río († s. IV)
• En Nicea, ciudad de Bitinia (hoy Turquía), san Neófito, mártir († s. IV).
• En Palestina, san Eutimio, abad, que, nacido en Armenia y consagrado a Dios desde la infancia, fue a Jerusalén y, después muchos años pasados en la soledad, al final de su vida, fiel y esforzado en la humildad y en la caridad, murió dejando ejemplo de observancia y disciplina († 473).
• En la ciudad de Worchester, en Inglaterra, san Wulfstano, obispo, que, pasando del claustro a la sede, mantuvo las costumbres monásticas junto al celo pastoral. Visitó incansablemente las parroquias de su diócesis, ocupándose en erigir iglesias, fomentar los estudios y condenar la venta de esclavos († 1095).
• En el monasterio de Coltibuono, en la Toscana (hoy Italia), san Benito Ricasoli, eremita de la Congregación de Valumbrosa (hacia 1107).
• En Finlandia, san Enrique, obispo y mártir, nacido en Inglaterra, a quien se le confió la iglesia de Upsala, donde se dedicó con empeño a la evangelización de los finlandeses, siendo herido de muerte por un homicida, al que había tratado de corregir con la disciplina eclesiástica († hacia el año 1157).
• En la ciudad de Mesina, en Sicilia (hoy Italia), santa Eustoquia Calafato, virgen, abadesa de la Orden de Santa Clara, que se dedicó con todas sus fuerzas a restaurar la primitiva disciplina de la vida regular, en el seguimiento de Cristo según el ejemplo de san Francisco († 1485).
• En Roma, beato Ángel Paoli (Francisco), presbítero de la Orden de los Carmelitas († 1720).
• En Seúl, ciudad de Corea, san Esteban Min Kuk-ka, mártir, que fue degollado en la cárcel por ser catequista cristiano († 1840).
• En Le Mans, en Francia, beato Basilio Antonio María Moreau, presbítero diocesano, fundador de la Congregación de la Santa Cruz († 1873).
• En la ciudad de Casoria, cerca de Nápoles, en Italia, santa María Cristina de la Inmaculada (Adalheides) Brando, virgen, que dedicó su existencia a la formación cristiana de los niños y fundó la Congregación de la Hermanas Víctimas Expiatorias de Jesús Sacramentado, con la cual promovió en gran manera la adoración a la Sagrada Eucaristía († 1906).
• En el monasterio de Mount Saint Bernard, cerca de Leicester, en Inglaterra, beato Cipriano (Miguel) Iwene Tansi, presbítero, de la Orden Cisterciense, que nació en el territorio de Onitsha, en Nigeria, y siendo aún niño, y en contra de su familia, abrazó la fe cristiana y fue ordenado sacerdote, dedicándose con gran diligencia a la cura pastoral hasta que, hecho monje, mereció coronar con una santa muerte una vida santa († 1964).
(Del Martirologio Romano)