La fe nos trae seguridad. Porque a través de ella comprendemos cuanto sucede en nuestras vidas y en las de los que nos rodean. Podemos entender mejor cuanto pasa en el mundo, tanto lo bueno como lo malo. Sin fe, todo nos puede parecer sin sentido. Incluso el ser humano, que fue creado a imagen de Dios y salvado por Él, pierde su valor transcendental.
No se nos piden heroicidades, ni que nos enrolemos en aventuras que nos superan. Lo que Cristo nos pide es que nos demos a Él