Aunque la mayoría no seamos maestros de profesión, sí somos, como cristianos, educadores de los demás. Porque entre nuestros cometidos por ser cristianos está el de dar ejemplo, con nuestros actos y nuestras palabras, a niños y mayores. A los pequeños, principalmente, que aprenden bien de todo lo que ven. Sin duda alguna que, si nuestros comportamientos y dichos son los que un creyente debe tener y decir, haremos mella en ellos y conseguiremos que, cuando sean adultos, vivan felices y sean amigos de Dios.
![La perfecta alegría no puede existir sino en la perfecta entrega de sí mismo a Dios y a los Hombres – San Luis Orione La perfecta alegría no puede existir sino en la perfecta entrega de sí mismo a Dios y a los Hombres – San Luis Orione](https://live.staticflickr.com/65535/48383646507_009feb9157_o.png)
Entregarnos del todo. Sin reservarnos nada para nosotros mismos. Entregarnos por completo a Dios y a los hermanos. Esto es lo que se nos pide