Desde los comienzos de la historia del cristianismo se ha venido insistiendo en que el amor es el mandamiento esencial que Cristo nos ordenó practicar no solamente con nuestros amigos sino también con nuestros enemigos. Si realmente queremos ser auténticos seguidores de Jesús, no tenemos otro camino por el que andar que no sea el de amar sin esperar recibir nada a cambio. Si no amo, no sirve de nada lo que haga, por muy bueno que pueda parecer a los ojos de los demás. En el amor me encuentro con quien entregó su vida por amarme a mí.
![Antes de juzgar al prójimo, pongámosle a él en nuestro lugar y a nosotros en el suyo, y a buen seguro que será entonces nuestro juicio recto y caritativo – San Francisco de Sales Antes de juzgar al prójimo, pongámosle a él en nuestro lugar y a nosotros en el suyo, y a buen seguro que será entonces nuestro juicio recto y caritativo – San Francisco de Sales](https://c1.staticflickr.com/5/4836/39696540503_88dd8f645d_b.jpg)
Estamos tan acostumbrados a emitir juicios sobre lo que hacen los demás que no nos paramos a pensar si estamos capacitados para emitir veredictos justos.