Adviento y navidad
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Adviento y Navidad
ADVIENTO Y NAVIDAD: TIEMPO DE ESPERANZA
TODO EL AÑO LITÚRGICO MIRA HACIA LA PASCUA. No todos los tiempos litúrgicos tienen igual peso e importancia. Tiene la primacía el sagrado Triduo Pascual: la celebración de Cristo muerto, sepultado y resucitado. Todos los tiempos litúrgicos convergen en la solemne Vigilia de Pascua y de ella reciben la luz y significado.
Tiempo de Adviento: navegar en la esperanza
La celebración de este tiempo de Adviento nace en España en el siglo IV, primero como un tiempo preparatorio de la última venida de Jesús, Parusía, y después como tiempo preparatorio de la Navidad. Adviento significa «venida».
El Adviento ha llegado a formar una unidad con Navidad y Epifanía. Del mismo modo que la Cuaresma desemboca en la Pascua de Resurrección, el Adviento desemboca en la solemnidad del Nacimiento de Jesús que abre el tiempo de Navidad-Epifanía. En los dos casos es una fiesta la que hace de eje tanto del período que la antecede como del que la sigue: Pascua de Resurrección y Pascua de Navidad, como popularmente se designa a la segunda gran celebración anual del año cristiano.
El Adviento es el tiempo de los vaticinios mesiánicos y de la esperanza de la Iglesia. Por eso, las lecturas se centran en las profecías y anuncios del nacimiento de Jesús como Mesías y de su última venida al final de los tiempos. Es un tiempo de «espera activa y de vigilancia» para estar preparados a la venida del Señor. Jesucristo se presenta como el que cumple las promesas hechas al Pueblo de Dios: es el Mesías anunciado por los profetas, por Zacarías, Isabel, Juan el Bautista y María.
En Navidad celebramos la fiesta de la cercanía de Dios, porque Dios se hace hombre como nosotros. Dios está ahí, esperando de nuestra generosidad que le abramos el corazón. Dios se nos regala, está al alcance de todos. Por eso, quizás son los pobres y sencillos de corazón los que tienen más alegría por su venida. Esta generosidad de Dios, reclama de nosotros que intensifiquemos nuestra oración y nuestra atención a las necesidades del hermano.
Los domingos de Adviento
Las lecturas de los domingos de Adviento tienen estas características: cada misa tiene una primera lectura de los profetas (sobre todo de Isaías); una segunda lectura de las cartas de san Pablo, sobre todo; y una lectura del Evangelio. Cada domingo tiene un mensaje:
- Domingo I de Adviento: «El Señor viene». Ello, provoca en los creyentes la necesidad de estar vigilantes: «vivir una vida llena de esperanza».
- Domingo II de Adviento: «Preparad el camino». Es el grito de Juan el Bautista. Esta advertencia genera en los creyentes la necesidad de «convertirse».
- Domingo III de Adviento: «Está, ya en medio de vosotros». Esta certeza de la venida del Salvador hace brotar en los creyentes una «alegría contagiosa a todos». Es el domingo de la alegría.
- Domingo IV de Adviento: «Su nombre es Emmanuel: Dios con nosotros». Dios se hace hombre y nosotros lo esperamos «con el mismo amor que lo esperó María».
Navidad
Las fiestas de Navidad y Epifanía
Navidad es todavía hoy una celebración muy sentida. Se puede decir que es una fiesta litúrgica que ha penetrado en la cultura. Existen ciertamente aspectos negativos como el desenfrenado consumismo que hace olvidar al auténtico regalo, que es Cristo. Pero, la Iglesia ha mantenido en sus celebraciones el sentido genuino de la Navidad. La solemnidad de Navidad, preparada por el tiempo de Adviento, siguiendo una antigua tradición, se introduce con las primeras Vísperas, se celebra con la Misa de la Vigilia y la Misa de Medianoche: la Misa del Gallo, una de las más solemnes del año; se prolonga, además, con la Misa de la Aurora y con la Misa del día 25. El tiempo festivo de la Navidad se alarga con la celebración de una octava, en la que se celebran diversas fiestas:
- El Día de la Familia (31 de diciembre): fiesta entrañable que nos presenta a Jesús rodeado de María y José, manifestándonos en la imagen de la familia el profundo misterio de la Trinidad.
- La fiesta de María, Madre de Dios (1 de enero): celebramos el primer título de María: ella es ante todo la Madre del Señor. En esta jornada se celebra también el Día de la Paz, uno de los dones que nos trae el Mesías y del que tanto necesitamos.
- El Día de Epifanía (6 de enero): nos recuerda con la popular fiesta de los Reyes Magos la manifestación de Dios a todos los pueblos, a Oriente y Occidente.
- La fiesta del Bautismo de Jesús (7 de enero): en la que Jesús es presentado por el Padre a los hombres: ¡Este es mi Hijo amado, escuchadle! El Bautismo de Jesús, nos invita a renovar la gracia de nuestro Bautismo.
Algunas sugerencias para vivir el Adviento
- Leer y meditar los textos de la misa de cada domingo.
- Lectura continua del profeta Isaías: cada día un capítulo.
- Crear un «ambiente cristiano» de Navidad y no de consumo de cosas.
- Montar el Belén, explicando a los niños el sentido de cada figura. Colocar la figura del Niño en la noche de Navidad.
- Visitar en estos días a personas «que viven más solas»: sobre todo a personas mayores, que necesitan más de nuestra presencia, a amigos, a enfermos, etc.